Al tercer día Cabaña salio de la cámara frigorífica como Jesucristo saliendo del sepulcro, eso sí, la cabeza fría, muy fría, y el corazón helado, parecía el representante de Procubitos. Guardó en la habitación del pánico todo el armamento de las guerrillas antigriñaninis, los lanzamisiles tierratierra, algunos con el gps apuntando a San Vicente, otros pa San Telmo, las minas antippersonas, las granadas de mano y de pie, en fin, que había decidido hacerse hippy del siglo XXI y hacer el amor y no la guerra, la verdad que con Griñan lo suyo es
una leyenda urbana del hippismo, unas veces se hacen la guerra y de pronto se cruzan tiernas declaraciones de amor. Bueno, lo dicho, convocó a los observadores internacionales llegados desde la calle Ferraz de Madrid, ultimamente bastante ocupados en labores de desarme interno, les enseñó el arsenal a buen recaudo, cogio la paloma de la paz, se la guardó bajo la manga de la americana, donde parece que tiene un superbazar de los chinos, por las cosas que de ahi suele sacarse, y tiró pa Paterna, tierra de cazadores, de ahí que la paloma la llevara escondida. Se pasó por Medina, compro una caja de alfajores por si Tristón Cornejo andaba por Paterna, eso si, prohibio a sus colaboradores que le pasaran la botella de Solans de Cabra si lo veian engullipao, también compró unos sobrecitos de Prima, ketchup y moztaza, caducaos pa que Blanco Cabello Negro se pintara la cara, unas probetas de laboratorio para que Arquimedes Menacho siguiera investigando nuevas formas de ocupar el espacio que deja libre un cuerpo sumergido en el fluido del tigre de Bengala de Susanita, unos videos de los mayores exitos de deporte andaluz en los últimos años pa que Jimenez Barrios no eche de menos su anterior vida antes de reencarnarse en Gabriel Almagro y un dvd de Hasta Aqui Hemos LLegao pa ponerlo durante la reunión de la ejecutiva porque dicen que la música amansa a las fieras. Cuentan que en el scanner que habian puesto en la puerta de la reunión le detectaron a Perez Peralta una parabellum de 9mm y dos cuchillos de caza que habia comprao en una venta cerca de Paterna, de nada sirvio que alegara que la pistola era de agua y que la traía para auxiliar a Tristón Cornejo en caso de que se atragantara con los alfajores, y que los cuchillos eran pa cortar la piña natural con la que pensaba invitar a la ejecutiva a fruta fresca y que en realidad era una super granada de mano que había convertio en piña con una gran destreza pictórica, y es que Peralta domina los colores como un maestro. También requisaron dos quesos payoyos que en realidad eran dos bombas lapas pa volar el laboratorio de Arquimedes Menacho na mas empezar la reunión de la ejecutiva. Cabaña, vestido como un lider del hippismo, con cuatro trapos que le había prestao Peralta, tampoco iba a gastarse el dinero pa un uniforme que lo más que le hace falta son 48 horas que era el tiempo previsto por el estado mayor del pizarrismo para romper la tregua y reanudar las hostilidades. El dinero pensaba gastarselo en cohetes antimisiles griñaninis y chalecos antibalas que es lo que de verdad te da seguridad. No obstante propuso al consejo de notables un alto el fuego que permitiera a las distintas facciones enfrentarse a la ofensiva talibana del PP que tendría su punto más algido en la batalla del 22M. Una vez que obtuvo el visto bueno del estado mayor se reunio con los señores de la guerra que aguardaban impacientes las consignas bélicas, de hecho algunos tenian planos detallados de San Vicente, de San Telmo, de San Jose y de Santa Susana, otros habian preparao una flotilla rebelde en el Guadalquivir, a la altura de Trebujena, y planteaban un ataque combinado rio-tierra a la altura de la Torre del Oro. La decepción en el rostro de muchos de ellos fue notable cuando Cabaña se fumó ante ellos la pipa de la paz, los más radicales alegaban la reciente ley antitabaco para anular la consigna, pero a Cabaña todavia le duraba en el corazón y en la cabeza el frio de los tres dias en la cámara frigorífica y según me cuentan ni tan siquiera el calor de la explosión de la cabeza de Blanco Cabello Negro, como consecuencia del último tinte al mezclarse con el ketchup y la mostaza caducados, fue capaz de alterar el ánimo del lider hippy que como consecuencia de la pipa andaba ya por otros niveles mentales. Así fue 48 horas, pero el retorno el fin de semana del exiliado en Madrid cambió de forma notable la hoja de ruta pacifista... Pero eso se merece una entrada propia..
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